La tradición Cristiana siempre ha enumerado siete
«pecados mortales». La lista incluye:
✓ Liguria
✓ Codicia
✓ Pereza / Vagancia
✓ Ira
✓ Envidia
✓ Orgullo
✓ Glotoneria
Mientras que las
Escritura misma no contiene una lista específica, los principios de las
Escrituras revelan que estos siete vicios son en realidad caminos a través de la
cual Satanás busca ganar control sobre las almas. Las seis primeras se ocupan
de las emociones y motivaciones. Glotonería, sin embargo, es diferente, ya que se
trata de una acción.
La mayoría de la
gente define la glotonería el simple hecho de comer demasiado. Los que son
delgados a menudo se sienten superiores a los que tienen sobrepeso, asumiendo que
la persona que pesa más, come más. Glotonería, sin embargo, abarca mucho más
que simplemente comer una porción extra de postre.
La única manera que
Yahuwah se comunica con el alma es a través de la mente. Por lo tanto, todo lo
que nubla la mente o adormece los sentidos debe ser evitado a toda costa. Comer
en exceso puede hacer la mente borrosa, pero también puede serlo la cafeína, el
tabaco, las drogas, el alcohol, los alimentos que son muy ricos, así como los
alimentos que son demasiado picantes.
Los mejores alimentos
para promover el crecimiento espiritual son los alimentos que se les dio a Adán
y Eva en el Edén: frutas, nueces y granos. Después del pecado, las verduras,
que habían sido el alimento para los animales, se añadieron a su dieta. Después
del diluvio, cuando gran parte de la tierra estaba bajo el agua y los hijos de
Noé aún no habían tenido la oportunidad de plantar jardines, ciertas carnes
«limpias» se les permitieron. Mientras que Yahuwah le dio permiso
para que la gente coma carne, nunca ha sido el mejor alimento para el cuerpo
humano. De hecho, después de añadir carne a la dieta, el tiempo de vida de la
raza humana muy rápidamente disminuyo hasta el punto de que Shem sobrevivió a
siete generaciones de sus descendientes – incluyendo Abraham!
Todos los que
buscan justicia encuentran que volver a una dieta muy simple, libre de
condimentos fuertes, azúcares, grasas, aditivos y conservantes será una gran
bendición en la batalla para vencer el pecado. Este importante principio se
entendía claramente por las madres de Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Estas
mujeres piadosas vivían en un momento muy peligroso en la historia de Israel.
Creían en las profecías de Jeremías de que Jerusalén caería a los ejércitos de
Babilonia y el pueblo sería hecho prisionero. Por fe, ellas criaron a sus hijos
como en el principio sin importar lo que cueste.
Cuando Babilonia
tomo a Daniel y sus tres amigos prisioneros, la formación que habían recibido
en las casas de su infancia no fueron olvidados.
Y el rey les designó una provisión diaria
de las carnes del rey, y del vino que él bebía (fermentado): nutriéndoles por
tres años, que al final de eso ellos debían presentarse ante el rey.
“Y Daniel propuso en su corazón de no contaminarse con la porción de la
comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto al príncipe de
los eunucos que no se le obligase a contaminarse.” (Daniel
1:5, 8, VRV)
Al igual que muchos
hoy en día, el príncipe a cargo de los eunucos creen que la comida pesada
ofrecidas por el rey era superior a la comida sencilla solicitada por Daniel y
sus amigos. Él respondió: “Temo a mi señor el rey, que
señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros
más pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis
para con el rey mi cabeza.” (Daniel 1:10 VRV)
Daniel sabía que
muchos de los otros prisioneros Hebreo deleitaban de los alimentos ricos, exóticos
y vinos delicados ofrecidos por el rey. Se servían de la carne inmunda
consumidas por los paganos, sin tener en cuenta la ley de Yahuwah. Sabiamente
pidió a Melsar, el eunuco encargado directamente sobre él, por un período
probatorio. Esto sería suficiente para que los efectos del consumo de los dos
diferentes tipos de alimentos puedan observarse.
Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba
puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías:
“Te ruego que hagas la prueba con tus siervos
por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. Compara luego nuestros
rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida
del rey, y haz después con tus siervos según veas. Consintió, pues, con ellos
en esto, y probó con ellos diez días. Y al cabo de los diez días pareció el
rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de
la porción de la comida del rey. Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la
comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbre.” (Daniel 1:11-16, VRV)
Debe tenerse en
cuenta la fuerza de las palabras: Daniel propuso en su corazón: No importo qué
tan gentil fuese los tratos del rey de
Babilonia, él seguía siendo un prisionero de guerra. Esta no fue un trato por
una comida, pero sería su comida por siempre. Negarse a comer lo que se le
ofrece como una amabilidad o complemento podría haber sido visto como un
insulto. Daniel arriesgó su vida para defender lo que él sabía que era correcto
en la dieta. Hubiese recibido permiso para comer simple o no, el no hubiera
comido la comida del rey – incluso si le costara la vida.
Yahuwah bendijo la fe de Daniel y sus
amigos:
En cuanto a estos
cuatro jóvenes, [Yahuwah] les dio
conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo
entendimiento en toda visión y sueños. Pasados, pues, los días al fin de los
cuales había dicho el rey que los trajesen, el jefe de los eunucos los trajo
delante de Nabucodonosor..…Y el rey habló con ellos, y no fueron hallados entre
todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues, estuvieron
delante del rey. (Daniel 1:17-20, NKJV)
Yahuwah ha prometido: “porque yo honraré a
los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco…” (1 Samuel
2:30, VRV) Yahuwah mantuvo su promesa con Daniel y sus amigos. El hará
lo mismo con todo aquel que determine en su corazón, como lo hizo Daniel, el no
hacer nada que deshonre a su Creador.`
El apetito ha sido una forma principal de
Satanás para obtener el control sobre la gente desde que Adán pecó por primera
vez por el consumo de la fruta prohibida. Fue sobre el apetito que el Salvador,
en el desierto de la tentación, se puso a prueba por primera vez. Donde el
hombre peco por primera vez, Yahushua debe superarlo primero, Esto El lo hizo y
El dará victoria a todo quien fervientemente lo busca.
Hoy, más que en cualquier otro tiempo en la
historia, el apetito es una herramienta eficaz utilizado por Satanás. Intensificadores
saborizantes, y los aditivos y conservantes añadidos a los alimentos de hoy en
realidad estimulan el apetito, por lo que la gente se siente más hambrientos.
Alimentos genéticamente modificados (GM) han demostrado la composición genética
de los consumidores. El Dr. Stanley Ewen, un consultante histopatologo con la
enfermería Aberdeen Royal, ha expresado preocupación que un virus de la coliflor
usado en alimentos GM podría aumentar el riesgo de cáncer en una personas. Él
hasta pidió pruebas del agua subterránea cerca de granjas que cultivan
productos GM.
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Recientes estudios probaron concluyentemente que el maíz GM causo tumores en ratas. |
En Septiembre del 2012, Caern University en
Francia publico el primer estudio a largo plazo de las ratas tratadas con maíz
GM, uno del mayor consumo de alimentos modificados genéticamente. Los resultados probaron concluyentemente que el
maíz GM causó tumores en ratas.
Pollos, ganado lácteo y animales criados
para carne son rutonamente bombeados llenos de hormonas de crecimiento y varios
antibióticos, todo ello en un intento de hacer más dinero mediante la
producción de más huevos, leche y carne. Estos vienen a través de los huevos,
leche y las carnes producidos, y si tienen un efecto en aquellos que los
consumen.
Biphenyl A, o BPA, es aún otro producto que
asalta el cuerpo humano. Esto es un aditivo plástico usado para botellas y latas de estaño para conservar la frescura del
sabor. El problema es que libera estrógeno en los envases de alimentos y
bebidas. Recientes estudios “encontraron ‘convincente’ evidencia de que
el aditivo plástico. . . pueda tener impacto negativo en el sistema
reproductivo de la mujer y cause daños cromosoma, defectos fetales y abortos
involuntarios.” (Ver http://www.foxnews.com/health/2012/09/25/study-links-bpa-to-birth-defects-miscarriage/.)
Todos estos aditivos “modernos” a los
alimentos que comemos tienen un efecto, no solo en nuestros cuerpos, también en
nuestras mentes. Un cuerpo enfermo o cansado no es y no puede tener la
claridad de pensamiento como en un cuerpo sano. La “delicada, pequeña voz” de Yahuwah se hace
muy dificultoso por discernir cuando la mente esta nublada por lo que se el
cuerpo ha ingerido. Así, el control del apetito se convierte en una
obligación solemne.
La dieta diseñada por el Creador para Adán
and Eva en su estado puro, es aun la mejor dieta para aquellos quienes desean
vencer el pecado. Una dieta vegana o de plantas, no solo es una dieta
saludable, pero también una segura, ya que estará libre de hormonas de desarrollo
, las químicas y enfermedades que son tan rampante en la dieta media de origen
animal.
Es verdad que las Escrituras registran de Yahushua
consumió pescado. Es razonable concluir que Él también comió otras carnes
limpias, incluyendo el cordero de la Pascua o cabrito comido en cenas de
Pascua. Las Escrituras registran que
cuando Yahuwah visito Abraham en su camino a Sodoma y Gomorra el día antes de
su destrucción, Abraham le hizo a El y a Sus dos ángeles acompañantes, una
cena.
“Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un
becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo.
Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso
delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.” (Génesis
18:7, 8, NKJV)
Algunas personas creen y ensenan que las
carnes no deben ser consumidas incluso al precio de su propia vida. Otros
han causado offensivo y dolor de sentimientos, convirtiendo a la gente lejos de
la verdad, negando las carnes
preparadas por los anfitriones que no eran vegetarianos. Las historias en las Escrituras de que el consumo de carnes de Yahuwah y Yahushua proporciona
parámetros equilibrados mediante el cual el pueblo de Yahuwah puede entender
todos los principios de la reforma de la dieta.
Yahushua nacio un
Israelita. Él vivió la
vida de un Israelita, y comió los alimentos disponibles en el día en que no
había manera de conservar y refrigerar los alimentos frescos. Sin embargo, la
carne de Su tiempo no contenía las enfermedades y las hormonas que contaminan
las carnes de hoy. A los que se nieguen a comer carne, aunque
la carne sea todo lo que estuviese disponible para preservar la vida, el ejemplo
de Yahushua enseña que la preservación de la vida es un principio superior que
no debe ser ignorado. La vida es un don precioso y aunque siempre hay que
mantenerse firme por los principios, la preservación de la vida misma es un
principio también. Como regla general, la mejor conservación de la vida es el
de evitar los productos animales que llevan a la enfermedad y nublar la mente.
Sin embargo, si la hambruna es la única alternativa, comer alimentos limpios,
bien drenados de sangre, es aceptable, aunque no deseable.
La aceptación de
Yahuwah en la hospitalidad de Abraham enseña bondad y gracia a aquellos que no
conocen nada mejor, o que, en el intento de ofrecer hospitalidad, no tienen
nada mejor que ofrecer. Siempre es mejor errar en el lado de la bondad. Esto no
quiere decir que los que saben mejor o tienen acceso a alimentos más sanos
pueden comer lo que quieran. Más bien,
simplemente significa que cuando usted está en una situación similar, que la
bondad y la consideración por los demás dicte sus acciones.
La victoria sobre
el apetito es una de las batallas más importantes y difíciles por ganar. Como
Satanás busca formas cada vez más para corromper los cuerpos y las mentes de la
humanidad, una dieta simple y saludable de los alimentos preparados de una
manera tan natural como sea posible será de gran ayuda en la obtención de la
victoria sobre la naturaleza humana caída. Aquellos que obtengan la victoria
sobre el apetito, al igual que Daniel y sus amigos y hasta en Yahushua mismo,
encontrarán que cada otra victoria seguirán en su tren.
Al igual que con
otros pecados, Yahushua es la respuesta a todas las tentaciones y la adicción.
“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos,
Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote
que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en
todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues,
confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia
para el oportuno socorro. “(Vea Hebreos 4:14-16.)
Entrega tu vida,
tu voluntad, tu cuerpo a Yahushua. Él sólo está esperando para darle la
victoria sobre cada pecado que nos asedia. Entra en el gozo de una vida
victoriosa por medio de él.

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